ELABORACIÓN
"materia prima de calidad y cuidada salazón"
 
Las cosas sencillas suelen ser las mejores. Durante generaciones se han elaborado los jamones ibéricos con esa sencilla máxima, "materia prima de calidad y cuidada salazón."
 
Materia prima.-
Cerdos seleccionados en las fincas de Salamanca y Extremadura, siempre buscando la mejor genética y alimentación. Cebados en amplias fincas, exclusivamente con bellotas, donde los animales pueden ejercitarse convenientemente a fin de que así se produzca el infiltrado graso tan característico de los jamones y paletas ibéricas.
Piensos de calidad, cereales y leguminosas y amplias fincas para que los animales gocen de las mejores condiciones para su engorde.
 
 
 
 Una vez sacrificados y faenados en mataderos de Guijuelo, se reciben los perniles en la planta de salazón donde bajo estrictas condiciones de higiene y manteniendo la cadena de frío, se procede a su salazón por el método tradicional de enterramiento en pilas de sal marina. Pasado los días determinados por el maestro jamonero, se procede a su lavado para eliminar los restos de sal y así evitar el exceso en las piezas y preservar su bajo contenido en sal característico.
 
Ahora comienza el periodo de secado de las piezas en nuestros secaderos. Es muy importante mantener un control continuo sobre la temperatura y la humedad de los secaderos, de modo que pasados 24, 36 o incluso 48 meses de lenta curación, obtenemos el producto estrella de la gastronomía española, el Jamón Ibérico.